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Reflexiones en momentos de crisis: ¿Cuanto vale realmente un proyecto?

Actualmente el coste de un proyecto es el principal factor a la hora de la elección del proveedor para llevarlo a cabo, pero, ¿sabemos realmente lo que este proveedor va a llevar a cabo por ese coste pactado?

En el ámbito digital, debido a la coyuntura actual y también porque es un sector con muchos ámbitos de actividad, se está dando últimamente un fenómeno de depreciación aguda en muchos de sus productos y servicios.

Todos hemos podido ver navegando por la web, anuncios tipo:

–        Webs a 1 euro o webs gratuitas

–        Videos corporativos a 150 eur

–        Servicios de Community management a 100 eur/mes

Podríamos denominarlos de muchas maneras: precios low cost, anticrisis, saldos, precios gancho. ¿Pero este tipo de servicios, son lo que una empresa necesita? ¿Realmente las empresas que utilizan este tipo de servicios, saben lo que están adquiriendo? Podría decir sin ningún género de duda que no.

 

939f1102013195843Valorando cada uno de los anuncios, ninguno de ellos resistiría un análisis exhaustivo de costes, que haría plantearnos, el servicio  que estamos adquiriendo.

En la mayoría de los casos, tienen otros costes ocultos, con los que luego nos sorprenden, y que van construyendo un precio que se acerca algo más a la realidad.

Pongamos por ejemplo para lograr ver el desfase respecto a los costes que una empresa puede asumir para ser competitiva, el coste “mínimo” hora que una empresa puede asumir bajo la modalidad de fee mensual de agencia: 25 eur.

Cruzando el coste hora con estos anuncios, pensad si un video corporativo se puede producir en 6 horas y que resultado obtendríamos. Y que comunidad queremos generar y mantener dedicándole 4 horas al mes.

Partiendo de la base que asumimos el ajustar los presupuestos en tiempos de crisis como una necesidad para seguir adelante, ciertas prácticas intrusistas y desleales no hacen más que desacreditar y menospreciar un sector que es de los pocos que está moviendo la economía, y es hacernos un flaco favor a medio plazo por lo que conlleva. Pero los principales perjudicados de esta visión cortoplacista son esas empresas, que les resultara muy difícil mantener su estructura con ese nivel de costes, pero el daño ya estará hecho.